Ubicada en The Hamptons, New York, USA, esta casa se destaca por su lenguaje minimalista. Sus lineas horizontales, grandes aleros y voladizos marcan la idea de simplicidad.

La casa está conformada en tres niveles: subsuelo, planta baja y planta alta.

El subsuelo contiene espacios para actividades recreativas, gimnasio, cava y servicios. Todos los ambientes del subsuelo se expanden a un patio ingles lateral, que permite el ingreso de luz.

En la planta baja se desarolla el programa social mediante una planta integrada y fluida que conecta todos los programas interiores y exteriores: living, comedor, cocina, galeria, parrilla y pileta.

Planta alta contiene los programas privados: tres junior suites, master suite y un playroom. Todos los espacios están conectados con el exterior, priorizando las mejores visuales y asoleamiento.

La materialidad exterior se pensó en una paleta oscura: revestimientos metálicos oscuros para las losas y envarillados negros que revisten los tabiques y hacen contraste con los pisos claros de travertino.

Para el interior se buscaron materiales claros: cielorrasos blancos, revestimientos de madera natural en roble para las paredes y muebles.

Los ventanales de piso a techo potencian la relación de la casa con su entorno único.